No podía faltar el Padre Nuestro en un blog de oraciones. De puro repetido posiblemente casi nunca lo recemos con devoción. Somos muy capaces de recitarlo mientras pensamos completamente en otra cosa. Al menos yo lo soy. Pero es la oración, la única oración, que Jesús nos enseñó. Vamos, que podemos no rezar nada más el resto de nuestros días y, si lo hacemos centrados, con devoción, habremos rezado bien.
Es difícil rezarlo sin distraerte. Un truco es concentrarse un momento antes de empezar, decirte que lo vas a rezar sin distraerte. Otro es no simplemente decir las palabras, sino esperando que el Padre te oiga, sino hablar con Él, decírselas a Él. Es más difícil de lo que parece, quizá porque realmente tengo un poco de miedo de conversar directamente con Dios Padre. Otro truco es fijarse en algún fragmento concreto y centrarse en él. Un fragmento diferente cada día.
Hace años me di cuenta de una cosa: en el Padre Nuestro alabamos a Dios ("Santificado sea tu nombre"), le pedimos muchas cosas ("Venga a nosotros tu reino", "Danos nuestro pan de cada día", etc.) pero nosotros sólo nos comprometemos a una cosa: a perdonar. Yo lo interpreto que perdonar siempre, a todos, por todo es lo más importante que podemos hacer.
A lo largo de mi vida he tenido que aprender el Padre Nuestro en español, inglés, vasco, mallorquín y español (v 2.0). La verdad es que con el español me lío y creo que acabo rezando una mezcla del que aprendí en mi niñez con la versión actual. Hace unos pocos años, tras una visita a Lourdes, llegué a la conclusión que lo que deberíamos todos es aprenderlo en latín, y así poder rezarlo todos juntos, estemos donde estemos. Y añadí el quinto idioma a mi colección de Padre Nuestros. El latín es muy bonito. Me encanta la parte de "dimitte nobis débita nostra". Además la versión en latín nunca la cambiarán. Os lo escribo en español (que ya sé que todos sabéis) y en latín.
Padre Nuestro
Padre Nuestro, que estás en el cielos
Santificado sea tu nombre
Venga a nosotros tu reino
Hágase tu voluntad en la Tierra como en el Cielo
Danos hoy nuestro pan de cada día
Y perdónanos nuestras ofensas
Así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden
No nos dejes caer en la tentación
Y líbranos del mal.
Pater Noster
Pater noster qui est in caelis
Santificetur nomen tuum
Adveniat regnum tuum
Fiat voluntas tua sicut in Caelo et in Terra
Panem nostrum quotidianum da nobis hodie
Et dimitte nobis débita nostra
Sicut et nos dimítimus debitóribus nostris
Et ne nos induca in tentationem
Sed libéranos a malo
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