jueves, 2 de febrero de 2017

Nunc dimittis

Hay muchas oraciones que me mueven el alma. Algunas son "de toda la vida", otras las he encontrado por casualidad. He creado este blog para ir coleccionando las que más me han tocado.
Si sé algo de la oración, lo comentaré.

Algunas serán en latín: el latín tiene un algo que hace que la oración me conmueva de una forma diferente.

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Siendo hoy la fiesta de la Visitación del Señor, la oración de esta noche no puede ser otra que el Nunc Dimittis, o Cántico de Simeón. Esta oración proviene del Evangelio de Lucas (Lc 2, 29:32). La pronuncia Simeón, un hombre justo y piadoso, que había recibido una visión en la que se le dice que no morirá sin haber visto al Mesías. El día que la Virgen y San José llevan a Jesús a Jerusalén a presentarlo en el templo, él acude y al verlo pronuncia su oración:

Ahora, Señor, según tu promesa,
puedes dejar a tu siervo irse en paz.
Porque mis ojos han visto a tu Salvador,
a quien has presentado ante todos los pueblos:
luz para alumbrar a las naciones
y gloria de tu pueblo Israel.

En latín es:

Nunc dimittis servum tuum, Dómine,
secúndum verbum tuum in pace;
quia vidérunt óculi mei salutare tuum,
quod parasti ante fáciem omnium populorum:
lumen ad revelatiónem géntium
et gloria plebis tuae Israel


Esta oración es el cántico evangélico del rezo de completas, la oración de la liturgia de las horas que se reza antes de ir a dormir. No rezo completas muy a menudo, pero sí que suelo recitarme el Nunc dimittis antes de acostarme. Es como un "buenas noches" que te da paz.

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