Hoy es Sto. Tomás de Aquino. Es uno de los más grandes filósofos y teólogos que ha habido jamás. Es el santo patrón de filósofos y estudiantes. Cuando lees un texto suyo quizá cueste entenderlo, pues no estamos acostumbrados al estilo ni estamos familiarizados con la filosofía aristotélica, pero se ve claramente la profundidad de su pensamiento, la agudeza de su visión y el rigor de su razonamiento. Por ejemplo, cuando habla del infinito, ya prevé los problemas con que se van a enfrentar los matemáticos 500 años después.
Pero además de gran teólogo era un gran compositor de oraciones. Tiene muchas oraciones preciosas, desde el muy famoso Pange lingua, a una oración al Santísimo Sacramento, pasando por una oración para rezar antes de estudiar.
La oración que os adjunto hoy es una oración pidiendo su intercesión para pedir al Señor luz para concerle. Esta basada en algunas oraciones suyas. Espero que os guste.
Oración a Sto. Tomas de Aquino
¡Oh Dios Todopoderoso!,
Tú que eres fuente de sabiduría,
y principio supremo de todas las cosas.
te pido humildemente
y por la intercesión
de tu amado hijo Santo Tomás de Aquino:
derrama tu luz en mi inteligencia
y aleja de ella las tinieblas
del pecado y de la ignorancia.
Concédeme agudeza para entender,
memoria para retener,
método y facilidad para aprender,
lucidez para interpretar y
y gracia abundante para expresarme.
Ayuda el comienzo de mi trabajo,
dirige su progreso, corona su fin.
Señor, que inspiraste a Santo Tomás de Aquino
para que, usando su inteligencia,
iluminara las mentes de los creyentes
con el fruto de su reflexión teológica,
te pedimos que, a ejemplo suyo,
crezcamos en el conocimiento
del único Dios verdadero.
Por Jesucristo, tu Hijo, Nuestro Señor. Amén.
martes, 28 de enero de 2020
sábado, 25 de enero de 2020
Oración a S. Pablo
Hoy es la fiesta de la conversión de S. Pablo. S. Pablo es uno de mis santos favoritos: converso, apóstol infatigable, no se andaba con chiquitas ni con los que se le enfrentaban, ni con las primeras comunidades, ni siquiera con los apóstoles. Fijaos (en la primera carta a los Corintios, por ejemplo) como riñe fuerte, pero con mucho cariño. Su intelecto era tremendo: el primer fundamento de la doctrina cristiana la ensambló él. Y no le fue fácil: tras su conversión pasó años en el desierto y tuvo que soportar la comprensible desconfianza de las primeras comunidades. Vivió por Cristo y en Cristo sin reservas.
Os adjunto una oración para pedir a S. Pablo que interceda por nosotros y nos ayude a imitarle en su entrega y obediencia, aunque sea un poquito.
Oración a S. Pablo
Glorioso apóstol San Pablo, vaso escogido del Señor para llevar su santo nombre a toda la tierra; por tu celo apostólico y por tu abrasada caridad con que sentías los trabajos de tus prójimos como si fueran tuyos propios; por la inalterable paciencia con que sufriste persecuciones, cárceles, azotes, cadenas, tentaciones, naufragios y hasta la misma muerte; por aquel celo que te estimulaba a trabajar día y noche en beneficio de las almas y, sobre todo, por aquella prontitud con que a la primera voz de Cristo en el camino de Damasco te rendiste enteramente a la gracia, te ruego por todos los apóstoles de hoy y que me consigas del Señor que imite tus ejemplos oyendo prontamente la voz de sus inspiraciones y peleando contra mis pasiones sin apego ninguno a las cosas temporales y con aprecio de las eternas, para gloria de Dios Padre, que con el Hijo y el Espíritu Santo vive y reina por todos los siglos de los siglos. Amén.
Os adjunto una oración para pedir a S. Pablo que interceda por nosotros y nos ayude a imitarle en su entrega y obediencia, aunque sea un poquito.
Oración a S. Pablo
Glorioso apóstol San Pablo, vaso escogido del Señor para llevar su santo nombre a toda la tierra; por tu celo apostólico y por tu abrasada caridad con que sentías los trabajos de tus prójimos como si fueran tuyos propios; por la inalterable paciencia con que sufriste persecuciones, cárceles, azotes, cadenas, tentaciones, naufragios y hasta la misma muerte; por aquel celo que te estimulaba a trabajar día y noche en beneficio de las almas y, sobre todo, por aquella prontitud con que a la primera voz de Cristo en el camino de Damasco te rendiste enteramente a la gracia, te ruego por todos los apóstoles de hoy y que me consigas del Señor que imite tus ejemplos oyendo prontamente la voz de sus inspiraciones y peleando contra mis pasiones sin apego ninguno a las cosas temporales y con aprecio de las eternas, para gloria de Dios Padre, que con el Hijo y el Espíritu Santo vive y reina por todos los siglos de los siglos. Amén.
domingo, 29 de diciembre de 2019
Oración para la familia
Hoy, primer domingo después de Navidad, celebramos la Sagrada Familia. En la doctrina católica la familia es la base de la sociedad: la sociedad empieza de la familia, nace de la familia, se nutre de ella. La destrucción de la familia da lugar a la degradación de la sociedad, cosa que desgraciadamente estamos viendo.
Jesús quiso nacer en una familia y crecer en ella. Esta Sagrada Familia es el ejemplo para todas las familias cristianas: los padres debemos seguir el modelo de S. José, defendiéndola del mal y tomando las decisiones difíciles –la lectura de hoy nos recuerda que el ángel habló a S. José y fue S. José que tomó a la Virgen y al niño y se los llevó a Egipto–. Las madres deben seguir el modelo de la Virgen, manteniendo la firmeza en el hogar bajo la protección de su esposo y protegiendo primero y acompañando después a sus hijos, olvidándose de ella misma. Y los hijos deben ser obedientes con sus padres, como Jesús lo fue con los suyos: “[Jesús] Bajó con ellos, vino a Nazaret y les estaba sujeto.” (Lc, 2, 51).
Debemos rezar por nuestras familias cada día. Yo me encomiendo a S. José por la mañanas, para que me ayude a ser buen padre y buen esposo, como él lo fue. Os dejo una oración a la familia de S. Juan Pablo II, que creo que recoge muy bien lo que las familias necesitamos y debemos ser.
Oración a la familia
S. Juan Pablo II
Oh Dios, de quien procede toda paternidad en el cielo y en la tierra, Padre, que eres Amor y Vida, haz que cada familia humana sobre la tierra se convierta, por medio de tu hijo, Jesucristo, “nacido de mujer” y del Espíritu Santo, fuente de caridad divina, en verdadero santuario de la vida y del amor para las generaciones porque siempre se renuevan.
Haz que tu gracia guíe a los pensamientos y las obras de los esposos hacia el bien de sus familias y de todas las familias del mundo.
Haz que las jóvenes generaciones encuentren en la familia un fuerte apoyo para su humanidad y su crecimiento en la verdad y en el amor.
Haz que el amor, corroborado por la gracia del sacramento del matrimonio, se demuestre más fuerte que cualquier debilidad y cualquier crisis, por las que a veces pasan nuestras familias.
Haz finalmente, te lo pedimos por intercesión de la Sagrada Familia de Nazaret, que la Iglesia en todas las naciones de la tierra pueda cumplir fructíferamente su misión en la familia y por medio de la familia. Tú, que eres la Vida, la Verdad y el Amor, en la unidad del Hijo y del Espíritu Santo.
Jesús quiso nacer en una familia y crecer en ella. Esta Sagrada Familia es el ejemplo para todas las familias cristianas: los padres debemos seguir el modelo de S. José, defendiéndola del mal y tomando las decisiones difíciles –la lectura de hoy nos recuerda que el ángel habló a S. José y fue S. José que tomó a la Virgen y al niño y se los llevó a Egipto–. Las madres deben seguir el modelo de la Virgen, manteniendo la firmeza en el hogar bajo la protección de su esposo y protegiendo primero y acompañando después a sus hijos, olvidándose de ella misma. Y los hijos deben ser obedientes con sus padres, como Jesús lo fue con los suyos: “[Jesús] Bajó con ellos, vino a Nazaret y les estaba sujeto.” (Lc, 2, 51).
Debemos rezar por nuestras familias cada día. Yo me encomiendo a S. José por la mañanas, para que me ayude a ser buen padre y buen esposo, como él lo fue. Os dejo una oración a la familia de S. Juan Pablo II, que creo que recoge muy bien lo que las familias necesitamos y debemos ser.
Oración a la familia
S. Juan Pablo II
Oh Dios, de quien procede toda paternidad en el cielo y en la tierra, Padre, que eres Amor y Vida, haz que cada familia humana sobre la tierra se convierta, por medio de tu hijo, Jesucristo, “nacido de mujer” y del Espíritu Santo, fuente de caridad divina, en verdadero santuario de la vida y del amor para las generaciones porque siempre se renuevan.
Haz que tu gracia guíe a los pensamientos y las obras de los esposos hacia el bien de sus familias y de todas las familias del mundo.
Haz que las jóvenes generaciones encuentren en la familia un fuerte apoyo para su humanidad y su crecimiento en la verdad y en el amor.
Haz que el amor, corroborado por la gracia del sacramento del matrimonio, se demuestre más fuerte que cualquier debilidad y cualquier crisis, por las que a veces pasan nuestras familias.
Haz finalmente, te lo pedimos por intercesión de la Sagrada Familia de Nazaret, que la Iglesia en todas las naciones de la tierra pueda cumplir fructíferamente su misión en la familia y por medio de la familia. Tú, que eres la Vida, la Verdad y el Amor, en la unidad del Hijo y del Espíritu Santo.
martes, 24 de diciembre de 2019
La Sibil.la
Esta noche es Nochebuena y en todas las Misas del Gallo de Mallorca se va a cantar el Canto de la Sibil.la. Es un canto medieval que se ha mantenido desde entonces. No parece que se sepa exactamente de cuándo es. Probablemente es del siglo XIII y es en catalán de la época. Es tan importante en nuestra forma de vivir la Navidad que el Concilio de Trento, que prohibió las oraciones y manifestaciones en las liturgias en lengua vernácula hizo una excepción para este canto.
La Sibila es una profetisa, que anuncia la llegada del Salvador. Por la letra no parece un canto de Navidad, pues habla del juicio final y tiene un tono apocalíptico. Yo me sospecho que nuestra Navidad tierna y entrañable, del vuelve a casa por Navidad es reciente y que hasta hace un par de siglos la Navidad estaba centrada en la salvación, incluyendo los novísimos (muerte, juicio, cielo e infierno).
Es un canto muy particular y muy bonito. Es difícil de cantar y castiga bastante la voz. Por eso la soprano tiene que tomar descansos y aparecen los interludios de órgano o coro. Y también es posible que sea el motivo que se canta una versión reducida. Os pongo la versión completa (con la traducción al español) y marco con un paréntesis lo que no se canta ya. El video es del canto en la catedral de Palma en la Nochebuena del 2018. Escuchad primero y ya leeréis el texto después.
Feliz Navidad a todos.
Cant de la Sibil·la
El jorn del Judici
parrà el qui haurà fet servici.
Jesucrist, Rei universal,
homo i ver Déu eternal,
del cel vindrà per a jutjar
i a cada u lo just darà.
(Gran foc del cel devallarà,
mars, fonts i rius, tot cremarà.
Daran los peixos horribles crits
perdent los seus naturals delits
Ans del judici l'Anticrist vindrà
i a tot lo mon turment darà,
i se farà com Deu servir,
i que no el crega farà morir.
Lo seu regnat serà molt breu,
en aquell temps sots poder seu
moriràn màrtirs tots a un lloc
aquells dos sants, Elies i Enoc.
Lo sol perdrà sa claredat
mostrant-se fosc i entelat,
la lluna no darà claror
i tot lo mon serà tristor.)
Als mals dirà molt agrament:
—Anau, maleïts, en el turment;
anau, anau al foc etern
amb vostron príncep de lo infern.
Als bons dirà: -Fills meus, veniu!
benaventurats, posseïu
el Regne que us està aparellat
des que lo món va ésser creat.
Oh humil verge! Vos qui heu parit
Jesús infant en esta nit,
a vòstron Fill vullau pregar
que de l'infern vulla'ns lliurar.
El jorn del Judici
parrà el qui haurà fet servici.
Canto de la Sibila
El día del Juicio
perecerá el que haya hecho servicio.
Jesucristo, Rey universal,
hombre y verdadero Dios eterno,
del cielo vendrá para juzgar
y a cada uno lo justo dará.
(Un gran fuego del cielo bajará
mares, fuentes y ríos, todo lo quemará.
Daran los peces horribles gritos
perdiendo sus naturales regocijos.
Antes del Juicio el Anticristo vendrá
y a todo el mundo tormento dará
y se hará como Dios servir,
y el que no crea en él, lo hará morir.
Su reinado será muy breve
en aquellos tiempos bajo su poder
morirán mártires todos a la vez
aquellos dos santos, Elías y Enoc.
El sol perderá su claridad
mostrándose oscuro y entelado.
La luna no iluminará
y todo el mundo será oscuridad.)
A los malvados dirá muy amargamente:
– Id, malditos, al tormento;
id, id al fuego eterno
con vuestro príncipe del infierno.
A los justos dirá: –¡Hijos míos, venid!
Bienaventurados, poseed
el Reino que os he preparado
desde que el mundo fue creado.
¡Oh, humilde Virgen! Vos que habéis parido
Jesús niño esta noche,
a vuestro Hijo quered rogar
que del infierno nos quiera librar.
El día del Juicio
perecerá el que haya hecho servicio.
La Sibila es una profetisa, que anuncia la llegada del Salvador. Por la letra no parece un canto de Navidad, pues habla del juicio final y tiene un tono apocalíptico. Yo me sospecho que nuestra Navidad tierna y entrañable, del vuelve a casa por Navidad es reciente y que hasta hace un par de siglos la Navidad estaba centrada en la salvación, incluyendo los novísimos (muerte, juicio, cielo e infierno).
Es un canto muy particular y muy bonito. Es difícil de cantar y castiga bastante la voz. Por eso la soprano tiene que tomar descansos y aparecen los interludios de órgano o coro. Y también es posible que sea el motivo que se canta una versión reducida. Os pongo la versión completa (con la traducción al español) y marco con un paréntesis lo que no se canta ya. El video es del canto en la catedral de Palma en la Nochebuena del 2018. Escuchad primero y ya leeréis el texto después.
Feliz Navidad a todos.
Cant de la Sibil·la
El jorn del Judici
parrà el qui haurà fet servici.
Jesucrist, Rei universal,
homo i ver Déu eternal,
del cel vindrà per a jutjar
i a cada u lo just darà.
(Gran foc del cel devallarà,
mars, fonts i rius, tot cremarà.
Daran los peixos horribles crits
perdent los seus naturals delits
Ans del judici l'Anticrist vindrà
i a tot lo mon turment darà,
i se farà com Deu servir,
i que no el crega farà morir.
Lo seu regnat serà molt breu,
en aquell temps sots poder seu
moriràn màrtirs tots a un lloc
aquells dos sants, Elies i Enoc.
Lo sol perdrà sa claredat
mostrant-se fosc i entelat,
la lluna no darà claror
i tot lo mon serà tristor.)
Als mals dirà molt agrament:
—Anau, maleïts, en el turment;
anau, anau al foc etern
amb vostron príncep de lo infern.
Als bons dirà: -Fills meus, veniu!
benaventurats, posseïu
el Regne que us està aparellat
des que lo món va ésser creat.
Oh humil verge! Vos qui heu parit
Jesús infant en esta nit,
a vòstron Fill vullau pregar
que de l'infern vulla'ns lliurar.
El jorn del Judici
parrà el qui haurà fet servici.
Canto de la Sibila
El día del Juicio
perecerá el que haya hecho servicio.
Jesucristo, Rey universal,
hombre y verdadero Dios eterno,
del cielo vendrá para juzgar
y a cada uno lo justo dará.
(Un gran fuego del cielo bajará
mares, fuentes y ríos, todo lo quemará.
Daran los peces horribles gritos
perdiendo sus naturales regocijos.
Antes del Juicio el Anticristo vendrá
y a todo el mundo tormento dará
y se hará como Dios servir,
y el que no crea en él, lo hará morir.
Su reinado será muy breve
en aquellos tiempos bajo su poder
morirán mártires todos a la vez
aquellos dos santos, Elías y Enoc.
El sol perderá su claridad
mostrándose oscuro y entelado.
La luna no iluminará
y todo el mundo será oscuridad.)
A los malvados dirá muy amargamente:
– Id, malditos, al tormento;
id, id al fuego eterno
con vuestro príncipe del infierno.
A los justos dirá: –¡Hijos míos, venid!
Bienaventurados, poseed
el Reino que os he preparado
desde que el mundo fue creado.
¡Oh, humilde Virgen! Vos que habéis parido
Jesús niño esta noche,
a vuestro Hijo quered rogar
que del infierno nos quiera librar.
El día del Juicio
perecerá el que haya hecho servicio.
domingo, 8 de diciembre de 2019
A la Virgen Inmaculada
Esta es la oración que se usa como himno en laudes el día de la Inmaculada Concepción de la Virgen (8 de diciembre). Por el estilo, parece del siglo de Oro, quizá de Lope de Vega, pero no he podido encontrar la autoría en ningún sitio. En todo caso, es preciosa y teológicamente precisa, y como poesía que es, se apresta a aprenderse de memoria para poder recitarla en cualquier ocasión. Y debe dar mucha alegría a la Virgen cada vez que se reza con devoción.
A la virgen Inmaculada
Ninguno del ser humano
como vos se pudo ver;
que a otros los dejan caer
y después le dan la mano.
Mas vos, Virgen, no caíste
como los otros cayeron,
que siempre la mano os dieron
con que preservada fuiste.
Yo, cien mil veces caído,
os suplico que me deis
la vuestra, y me levantéis
porque no quede perdido.
Y por vuestra concepción,
que fue de tan gran pureza,
conserva en mí la limpieza
del alma y del corazón,
Para que de esta manera
suba con vos a gozar
del que solo puede dar
vida y gloria verdadera.
Amén.
A la virgen Inmaculada
Ninguno del ser humano
como vos se pudo ver;
que a otros los dejan caer
y después le dan la mano.
Mas vos, Virgen, no caíste
como los otros cayeron,
que siempre la mano os dieron
con que preservada fuiste.
Yo, cien mil veces caído,
os suplico que me deis
la vuestra, y me levantéis
porque no quede perdido.
Y por vuestra concepción,
que fue de tan gran pureza,
conserva en mí la limpieza
del alma y del corazón,
Para que de esta manera
suba con vos a gozar
del que solo puede dar
vida y gloria verdadera.
Amén.
sábado, 30 de noviembre de 2019
Oración para pedir sabiduría
Hace unos días un compañero me pidió una oración para pedir sabiduría al Señor. Le recomendé varias oraciones al Espíritu Santo, pues la inteligencia y la sabiduría son dos de los siete dones del Espíritu Santo. También le recomendé esta, del libro de la Sabiduría (9, 1–6, 9–11) , que se reza en los laudes del sábado de la tercera semana. Me gusta especialmente pues indica cuál es la misión delo hombre en la tierra y cómo necesitamos la sabiduría que procede de Dios para poderla llevar a cabo. Siempre necesitamos sabiduría, pero quizá más en estos tiempos locos en los que vivimos.
Espero que os guste
Dame, Señor, la sabiduría
(Sb 9, 1–6, 9–11)
Dios de los padres y Señor de la misericordia,
que con tu palabra hiciste todas las cosas,
y en tu sabiduría formaste al hombre,
para que dominase sobre tus criaturas,
y para regir el mundo con santidad y justicia,
y para administrar justicia con rectitud de corazón.
Dame la sabiduría asistente de tu trono
y no me excluyas del número de tus siervos,
porque siervo tuyo soy, hijo de tu sierva,
hombre débil y de pocos años,
demasiado pequeño para conocer el juicio y las leyes.
Pues, aunque uno sea perfecto
entre los hijos de los hombres,
sin la sabiduría, que procede de ti,
será estimado en nada.
Contigo está la sabiduría, conocedora de tus obras,
que te asistió cuando hacías el mundo,
y que sabe lo que es grato a tus ojos
y lo que es recto según tus preceptos.
Mándala de tus santos cielos,
y de tu trono de gloria envíala,
para que me asista en mis trabajos
y venga yo a saber lo que te es grato.
Porque ella conoce y entiende todas las cosas,
y me guiará prudentemente en mis obras,
y me guardará en tu esplendor.
Espero que os guste
Dame, Señor, la sabiduría
(Sb 9, 1–6, 9–11)
Dios de los padres y Señor de la misericordia,
que con tu palabra hiciste todas las cosas,
y en tu sabiduría formaste al hombre,
para que dominase sobre tus criaturas,
y para regir el mundo con santidad y justicia,
y para administrar justicia con rectitud de corazón.
Dame la sabiduría asistente de tu trono
y no me excluyas del número de tus siervos,
porque siervo tuyo soy, hijo de tu sierva,
hombre débil y de pocos años,
demasiado pequeño para conocer el juicio y las leyes.
Pues, aunque uno sea perfecto
entre los hijos de los hombres,
sin la sabiduría, que procede de ti,
será estimado en nada.
Contigo está la sabiduría, conocedora de tus obras,
que te asistió cuando hacías el mundo,
y que sabe lo que es grato a tus ojos
y lo que es recto según tus preceptos.
Mándala de tus santos cielos,
y de tu trono de gloria envíala,
para que me asista en mis trabajos
y venga yo a saber lo que te es grato.
Porque ella conoce y entiende todas las cosas,
y me guiará prudentemente en mis obras,
y me guardará en tu esplendor.
domingo, 6 de octubre de 2019
Yo, pecador (Confiteor)
El camino de perfección de S. Juan de la Cruz contemplaba tres pasos: la vía purgativa, en donde nos liberamos de nuestros vicios y de todo aquello que nos lastra a tierra; la vía iluminativa, en la que vamos adquiriendo la sabiduría que nos lleva a Dios, y la vía unitiva, en la que nos unimos a Dios. Estas mismas tres fases están en la misa: empezamos con la vía purgativa, reconociendo nuestros pecados y pidiendo perdón por ellos, seguimos con la vía iluminativa, escuchando la palabra de Dios y el sermón del sacerdote, y acabamos con la vía unitiva de la comunión.
La oración principal de la vía purgativa es el Yo, pecador, o Confiteor. Esta oración, a diferencia del Credo o del Gloria, sufrió un cambio en la renovación de la misa de 1970. Antes se rezaba 3 veces: una vez el sacerdote sólo, a continuación lo rezaba todo el pueblo, y se volvía a rezar al final, justo antes de comulgar. Entiendo la lógica de esta reducción en repeticiones –aunque rezarlo justo antes de comulgar me parece muy bonito–. Lo que no entiendo es que se redujera el texto. No creo que sea por acortar 10 segundos la misa. En la versión tradicional se confesaba nuestra condición de pecador ante Dios, la Virgen, S. Miguel, S. Juan Bautista, los apóstoles (con S. Pedro y S. Pablo a la cabeza), a todos los santos y los fieles hermanos, y después se pedía la intercesión uno a uno de todos ellos. Ahora se confiesa sólo ante Dios y los hermanos y se pide la intercesión de la Virgen. Yo creo que confesar ante los santos es una prueba de humildad y pedir su intercesión es entrar más en la Comunión de los Santos. Lamento la pérdida. Cuando lo rezo para mí, lo hago en la versión tradicional (y en latín, que me gusta más).
Os presento aquí esta oración, tanto en la versión actual como en la tradicional, en español y en latín.
Yo, pecador (versión actual)
Yo confieso ante Dios todopoderoso
y ante vosotros hermanos
que he pecado mucho
de pensamiento, palabra, obra y omisión.
La oración principal de la vía purgativa es el Yo, pecador, o Confiteor. Esta oración, a diferencia del Credo o del Gloria, sufrió un cambio en la renovación de la misa de 1970. Antes se rezaba 3 veces: una vez el sacerdote sólo, a continuación lo rezaba todo el pueblo, y se volvía a rezar al final, justo antes de comulgar. Entiendo la lógica de esta reducción en repeticiones –aunque rezarlo justo antes de comulgar me parece muy bonito–. Lo que no entiendo es que se redujera el texto. No creo que sea por acortar 10 segundos la misa. En la versión tradicional se confesaba nuestra condición de pecador ante Dios, la Virgen, S. Miguel, S. Juan Bautista, los apóstoles (con S. Pedro y S. Pablo a la cabeza), a todos los santos y los fieles hermanos, y después se pedía la intercesión uno a uno de todos ellos. Ahora se confiesa sólo ante Dios y los hermanos y se pide la intercesión de la Virgen. Yo creo que confesar ante los santos es una prueba de humildad y pedir su intercesión es entrar más en la Comunión de los Santos. Lamento la pérdida. Cuando lo rezo para mí, lo hago en la versión tradicional (y en latín, que me gusta más).
Os presento aquí esta oración, tanto en la versión actual como en la tradicional, en español y en latín.
Yo, pecador (versión actual)
Yo confieso ante Dios todopoderoso
y ante vosotros hermanos
que he pecado mucho
de pensamiento, palabra, obra y omisión.
Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Por eso, ruego a Sta. María siempre Virgen,
a los ángeles, a los santos, y a vosotros hermanos
que intercedáis por mí
ante Dios nuestro Señor. Amén.
Confiteor (versión actual)
Confiteor Deo omnipotenti,
et vobis, fratres,
quia peccavi nimis
cogiatione, verbo et opere.
Mea culpa, mea culpa, mea máxima culpa.
Ideo precor beatam Maria semper Virginem,
omnes angelos et sanctos et vos, fratres,
orare pro me ad Dominum, Deum nostrum. Amen.
Yo, pecador (versión tradicional)
Yo, pecador, me confieso a Dios todopoderoso,
a la bienaventurada siempre Virgen María,
al bienaventurado S. Miguel Arcángel,
al bienaventurado S. Juan Bautista,
a los santos Apóstoles S. Pedro y S. Pablo,
a todos los santos y a vos, Padre,
que pequé gravemente con el pensamiento, palabra y obra.
Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Por tanto ruego a la bienaventurada siempre Virgen María,
al bienaventurado S. Juan Bautista,
a los santos Apóstoles S. Pedro y S. Pablo,
a todos los santos y a vosotros hermanos,
Confiteor (versión tradicional)
Confiteor Deo omnipotenti,
Mea culpa, mea culpa, mea máxima culpa.
Ideo precor beatam Maria semper Virginem,
beatum Michaelem Archangelum, beatum Ioannem Baptistam,
sanctos Apóstolos Petrum et Paulum,
omnes Sanctos, et vos fratres,
orare pro me ad Dominum, Deum nostrum. Amen.
Por eso, ruego a Sta. María siempre Virgen,
a los ángeles, a los santos, y a vosotros hermanos
que intercedáis por mí
ante Dios nuestro Señor. Amén.
Confiteor (versión actual)
Confiteor Deo omnipotenti,
et vobis, fratres,
quia peccavi nimis
cogiatione, verbo et opere.
Mea culpa, mea culpa, mea máxima culpa.
Ideo precor beatam Maria semper Virginem,
omnes angelos et sanctos et vos, fratres,
orare pro me ad Dominum, Deum nostrum. Amen.
Yo, pecador (versión tradicional)
Yo, pecador, me confieso a Dios todopoderoso,
a la bienaventurada siempre Virgen María,
al bienaventurado S. Miguel Arcángel,
al bienaventurado S. Juan Bautista,
a los santos Apóstoles S. Pedro y S. Pablo,
a todos los santos y a vos, Padre,
que pequé gravemente con el pensamiento, palabra y obra.
Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Por tanto ruego a la bienaventurada siempre Virgen María,
al bienaventurado S. Juan Bautista,
a los santos Apóstoles S. Pedro y S. Pablo,
a todos los santos y a vosotros hermanos,
que roguéis por mí a Dios nuestro Señor.
Confiteor (versión tradicional)
Confiteor Deo omnipotenti,
beatæ Maria, semper Virgine,
beato Michaeli Archangelo, beato Ioanni Baptistæ,
sanctis apóstolis Petro et Paulo,
ómnibus Sanctis, et vobis fratres
quia peccavi nimis
cogiatione, verbo et opere.Mea culpa, mea culpa, mea máxima culpa.
Ideo precor beatam Maria semper Virginem,
beatum Michaelem Archangelum, beatum Ioannem Baptistam,
sanctos Apóstolos Petrum et Paulum,
omnes Sanctos, et vos fratres,
orare pro me ad Dominum, Deum nostrum. Amen.
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