Esta es una breve oración a la Virgen que aprendí de niño, que todos sabíamos, pero que por lo que sea dejé de usar. Hace años o décadas que no la oía. El jueves fui a rezar el rosario con las monjas en la capilla de la adoración perpetua y la rezaron. Y me acordé de casi toda la oración. Es muy sencilla pero muy bonita. Es de autor desconocido y parece que es del S. XVII.
Bendita sea tu pureza
Bendita sea tu pureza
Y eternamente lo sea
Que todo un Dios se recrea
En tan graciosa belleza
A Ti celestial princesa
Virgen Sagrada María
Te ofrezco en este día
Alma, vida y corazón.
Mírame con compasión
No me dejes Madre mía
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