martes, 27 de febrero de 2018

Véante mis ojos

Sigamos con la serie de oraciones que podemos cantar. La obra que traigo hoy es muy conocida. Es un poema del S. XVI, de autor anónimo, pero que se atribuye erróneamente a Sta. Teresa de Jesús. Está ligada a ella, pero no lo escribió:  una vez la hermana novicia Isabel de Jesús la cantó en su presencia en abril de 1571 y le produjo una profunda emoción como ella misma cuenta:
“Anoche, estando con todas, dijeron (cantaron) un cantarcillo de cómo era recio de sufrir vivir sin Dios. Como estaba yo con pena, fue tanta la operación que me hizo, que se me comenzaron a entumecer las manos; y no bastó resistencia, sino que como salgo de mí por los arrobamientos de contento, de la misma manera se suspende el alma con la grandísima pena, que queda enajenada, y hasta hoy no lo he entendido”.
La música con la que se canta ahora no es la de entonces. La compuso el maestro Felipe Pedrell.

Como toda canción popular, hay muchas variaciones de letra: se añaden y eliminan estrofas, se cambian de orden, se cambian palabras. En muchas versiones sólo se cantan las dos primeras estrofas de las que yo muestro aquí.

Que lo disfrutéis y cantéis.


Véante mis ojos
Anónimo S. XVI

Véante mis ojos,
dulce Jesús bueno,
véante mis ojos,
muérame yo luego

Vea quién quisiere
rosas y jazmines,
que si yo te viere
veré mil jardines.
Flor de serafines,
Jesús nazareno,
véante mis ojos,
muérame yo luego.

Véante mis ojos…

No quiero contento,
mi Jesús ausente,
que todo es tormento
a quién esto siente.
Sólo me sustente
tu amor y deseo
véante mis ojos,
muérame yo luego.

Véante mis ojos…

Siéntome cautiva 
sin tal compañía,
muerte es la que siento
sin Vos, Vida mía.
Cuándo será el día 
que alcéis mi destierro
véante mis ojos,
muérame yo luego.

Véante mis ojos…

Dulce Jesús mío,
aquí estáis presente,
las tinieblas huyen,
Luz resplandeciente.
Oh Sol refulgente,
Jesús nazareno,
véante mis ojos,
muérame yo luego.

Véante mis ojos…

¿Quién te habrá ocultado
bajo pan y vino?
¿Quién te ha disfrazado,
oh, Dueño divino?
¡Ay que amor tan fino
se encierra en mi pecho!
véante mis ojos,
muérame yo luego.

Véante mis ojos…



2 comentarios:

  1. Bendito seas por deleitarnos con esta sublime cancion y asatu manera de llegar al alma.

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  2. Any Pelip Pedrell que celebra la ciutat de Tortosa:

    Melodies simples de temàtica espiritual, i que empro, a vegades, públicament en un dia setmanal, dijous, són de Felip Pedrell; i de moment indico:

    https://youtu.be/02r70bWvikM

    https://youtu.be/xS-tJDfxNb0

    Veí ací dos tutorials realitzats per mi a fi de seguir també la feligresia on line.

    Mucha salud.

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