miércoles, 2 de agosto de 2017

Comunión espiritual

Hoy es S. Alfonso María de Ligorio, doctor de la Iglesia. El era muy devoto de la adoración del Santísimo. Escribió un librito, que tengo –vía mi abuelo– en edición de 1926, con oraciones para 31 visitas que concluyen con una Comunión espiritual. Empieza el libro explicando qué es la Comunión espiritual: es un deseo ardiente de recibir a Jesús Sacramentado, y en darle interiormente un amoroso abrazo, como si de verdad lo hubiéramos recibido. Se recibe una gracia similar a la de la Comunión sacramental. En el concilio de Trento se alabó su uso y se exhortó a los fieles a que lo practicaran. Acaba su explicación S. Alfonso María diciendo:
Así pues, las personas que deseen ir creciendo en el amor de Jesucristo hagan una Comunión espiritual en cada visita y otra en cada misa, aunque serían mejor que fuesen tres, una al principio, otra al medio y otra al fin, por ser su utilidad mucho mayor de lo que algunos juzgan, al mismo tiempo que es muy fácil, pues como decía la beata Juana de la Cruz, el comulgar espiritualmente se puede hacer sin que nadie lo advierta, sin estar en ayunas y sin licencia del confesor, porque a cualquier hora y con un solo acto de amor está hecha.
Poco puedo añadir. Da dos versiones, la “normal” y la breve. Es una lástima que sea una devoción que se haya perdido.

Comunión espiritual
Creo, Jesús mío, que estáis en el Santísimo Sacramento; os amo sobre todas las cosas y deseo recibiros. Pero no pudiendo ahora sacramentalmente, venid, a lo menos, espiritualmente a mi corazón y, como si ya os tuviera conmigo, os abrazo y me uno con Vos. No os apartéis de mí.
Versión breve
Creo, Jesús mío, que estás en ese adorable Sacramento. Os amo y deseo recibir. Venid, os abrazo; no os apartéis de mí.

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