viernes, 18 de mayo de 2018

Secuencia del Espíritu Santo

Se acerca Pentecostés, el día de la venida del Espíritu Santo. La tercera persona de la Santísima Trinidad, a la cual tenemos un tanto olvidada. El año pasado publiqué el Veni Creator Spiritus. Este año toca a la secuencia de Espíritu Santo que se reza (o canta) en la misa de Pentecostés.

Tenemos una idea clara del Padre y del Hijo, pero no tanto del Espíritu Santo. Y eso que es quién nos ayuda a rezar, nos da sabiduría y fuerza. En casi todas las oraciones al Espíritu se pide que nos conceda los siete dones. Conocer cuáles son estos dones nos puede ayudar a conocer al Espíritu Santo.  El Catecismo de la Iglesia Católica solamente los menciona (números 1830 a 1832),  el Catecismo de S. Pio X se explaya un poco más (números 918 a 926). Por suerte hay páginas web con más explicaciones. Por ejemplo el de las Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María. La información que muestro a continuación la he sacado de allí. Id a su página web para más. Los siete dones son:
  • Sabiduría: gusto para lo espiritual, capacidad de juzgar según la medida de Dios.  
  • Inteligencia (Entendimiento): Es una gracia del Espíritu Santo para comprender la Palabra de Dios y profundizar las verdades reveladas.
  • Consejo: Ilumina la conciencia en las opciones que la vida diaria le impone, sugiriéndole lo que es lícito, lo que corresponde, lo que conviene más al alma.
  • Fortaleza: Fuerza sobrenatural que sostiene la virtud moral de la fortaleza.  Para obrar valerosamente lo que Dios quiere de nosotros y sobrellevar las contrariedades de la vida. Para resistir las instigaciones de las pasiones internas y las presiones del ambiente. Supera la timidez y la agresividad.
  • Ciencia: Nos da a conocer el verdadero valor de las criaturas en su relación con el Creador.
  • Piedad: Sana nuestro corazón de todo tipo de dureza y lo abre a la ternura para con Dios como Padre y para con los hermanos como hijos del mismo Padre.
  • Temor de Dios: Es el temor a ofender a Dios, humildemente reconociendo nuestra debilidad. Nos da un espíritu contrito ante Dios, concientes de las culpas y del castigo divino, pero dentro de la fe en la misericordia divina.  
A continuación viene la Secuencia del Espíritu Santo en Español y en Latín. La versión en Español no es una traducción literal de la latina. Rezadla con devoción, y a menudo.

Secuencia del Espíritu Santo

Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.

Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.

Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas, infunde
calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno. Amén.

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Veni, Sancte Spiritus,
et emitte caelitus
lucis tuae radium.
Veni pater pauperum;
veni, dator munerum;
veni lumen cordium.

Consolator optime,
dulcis hospes animae,
dulce refrigerium.
In labor requies,
in aestu temperies,
in fletu solatium.

O lux beatíssima,
reple cordis intima
tuorum fidelium.
Sine tuo numine
nihil est in homine,
nihil est innoxium.

Lava quod est sordidum,
riga quod est aridum,
sana quod est saucium.
Flecte quod est rigidum,
fove quod est frigidum,
rege quod est devium.

Da tuis fidelibus
in te confidentibus,
sacrum septenarium.
Da virtutis meritum,
da salutis exitum,
da perenne gaudium. Amen.



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