Existen oraciones simples, como el Padre Nuestro o el Ave María, y oraciones compuestas, como el Rosario, el Ángelus, las coronillas y las novenas. Las oraciones compuestas acaban casi siempre con una breve oración de conclusión. A veces es una propia, otras, una genérica. hace años vi que el siguiente paso hacia mi salvación tenía que ser mejorar mi obediencia. Hice una promesa de obediencia a Dios y compuse una breve oración de conclusión para pedir ayuda para ser obediente. Es la que uso habitualmente tras mi Rosario y en cualquier otra ocasión conveniente. Os la dejo aquí por si os sirve de algo.
Oración conclusiva
Señor, ilumina nuestras mentes
y derrama tu gracia en nuestras almas
para que sepamos cuál es tu voluntad
y, siguiendo el ejemplo de la Virgen María,
la cumplamos obedientemente.
Te lo pedimos por los méritos de Jesucristo Nuestro Señor.